#ElEstante: Gravedad
Estamos a unos días de la entrega de los premios Oscar, la fiesta más glamourosa del cine norteamericano y, por consecuencia, del cine mundial. Esto no significa que las mejores películas asisten a la posibilidad de obtener un premio, pero hay mucho de entretenido en ver las cintas elegidas, analizar la cultura a través de las nominadas y tratar de predecir las ganadoras. Es por ello que, aprovechamos este espacio para recordar una de las cintas que puso a los mexicanos en el orbe del cine mundial del siglo XXI: Gravedad
La séptima película de Alfonso Cuarón llegó después de la que, con el tiempo, se posicionarÍa como la mejor del director y, para muchos, una de las mejores de ciencia ficción de todos los tiempos: Niños del hombre. Estrenada en 2006 narra un futuro distópico –cercano- en el que las mujeres perdieron la capacidad de tener hijos. Casi ignorada por la academia, en un año que mereció nominaciones para Alejandro González Iñarritu (Babel) y Guillermo del Toro (obra maestra, El laberinto del fauno), la película de Cuarón es, en retrospectiva, una de las más memorables de ese año.
La revancha llegaría en 2013, cuando Cuarón regresaría a las grandes ligas con Gravedad: “Mientras reparan un satélite fuera de su nave, dos astronautas sufren un grave accidente y quedan flotando en el espacio. Son la doctora Ryan Stone, una brillante ingeniera que realiza su primera misión espacial, y el veterano astronauta Matt Kowalsky. La misión exterior parecía rutinaria, pero una lluvia de basura espacial les alcanza y se produce el desastre: el satélite y parte de la nave quedan destrozados, dejando a Ryan y Matt completamente solos, momento a partir del cual intentarán por todos los medios buscar una solución para volver a la Tierra”.
Con un aluvión de críticas positivas, Gravedad se posicionó como una obra mayor, por el uso de recursos técnicos para hacer del espacio exterior un lugar no sólo para la aventura –cómo en la mayor parte de las cintas de esa temática-, sino para lo íntimo: el terror y la belleza mezclados en un ejercicio que raya en lo poético.
Con solo 90 minutos de duración –la media actual de las nominadas pasa las 2 horas-, Cuarón logra crear, con el naufragio de los dos astronautas, metáforas profundas, entre lo freudiano y el espectáculo.
Aunque Gravedad perdió el Oscar a mejor película ante los 12 años de esclavitud, de Steve McQueen, se llevó 7 estatuillas, incluyendo la de mejor director (la de McQueen sólo ganó 3). Más allá de la moda, o del visionado de las múltiples nominadas este año, regresar a cintas como ésta nos hace ver que, más allá del glamour y el lobby, en los premios de la Academia hay un cine que merece ser visto y recordado.