La Revolución Mexicana

Inicio de la Lucha

Las selecciones de 1910

Las ideas liberales aprendidas desde la infancia impulsaron a Madero a buscar una mayor justicia social en México. En 1904 inició su carrera política, fundando el Club Democrático Benito Juárez y organizando el periódico El Demócrata, donde colaboraba con artículos sobre derechos humanos, sufragio y libertad. En 1909 fundó el Partido Nacional Anti-reeleccionista (PNA), bajo lema era “Sufragio Efectivo, No Reelección”, para participar en las elecciones presidenciales de México contra la reelección de Díaz.

Madero lanzó, el 5 de octubre de 1910, el Plan de San Luis, que rechazó la reelección y convocó a derrocar al dictador. Si bien el pueblo mexicano demostró su apoyo al llamado de Madero de levantarse en armas el 20 de noviembre de 1910, esta primera etapa del movimiento sólo demandaba principios políticos, entre ellos  la apertura a la democracia, igualdad, justicia y libertad, para un pueblo que llevaba treinta años sufriendo los abusos de una dictadura.

A partir de ese momento, la lucha se propago por todo el país, centrándose en un inicio en el sector obrero, campesino e indígena, sumándose posteriormente por los demás sectores inconformes por las represiones políticas e ideológicas que implementaba el dictador.

Causas sociales

Existía un gran descontento entre la población obrera, solo el 20% pertenecía a las clases medias y altas, esto ocasiono que las brechas entre clases fueran notables e insuperables.

Causas económicas

La mayor parte del recurso económico pertenecía empresas extranjeras. La creación de los latifundios ocasionó que el 40% del territorio era propiedad de tan sólo 840 hacendados.

Causas políticas

No existía variedad ni la libertad política, Porfirio Díaz estuvo en el poder durante 35 años impidiendo el crecimiento de partidos de oposición y aumentando el nepotismo.

Las mujeres en la revolución 

Las mujeres en la revolución tomaron diversas formas de protesta, las más reconocidas fueron el grupo conformado por las “adelitas” como las conocemos en la actualidad, sin embargo, hubo quienes apoyaron de manera económica, otras dando acilo a los enfermos o heridos, escribiendo noticias o directamente, entrando en la lucha.