Los Derechos de los niños
Frecuentemente escuchamos “Los niños son el futuro de nuestro país” y las personas que estamos inmersas en el ámbito educativo lo comprobamos cada día que convivimos y conocemos a esas personitas llenas de preguntas, entusiasmo, energía y alegría.
Sin embargo en nuestro país, según la UNICEF, de los 40 millones de niños, niñas y adolescentes del país, 21 millones viven en pobreza; México , ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, y además 8 de cada 10 niñas y niños de 6° de primaria no alcanzan los logros esperados en las áreas de lenguaje y comunicación, esto, por mencionar algunos casos, es decir, es una realidad que en nuestro país aún no podemos garantizarle a los niños, el Derecho a vivir en condiciones de bienestar y a un sano desarrollo integral, el Derecho a la educación de manera plena ni el Derecho a la protección de la salud y a la seguridad social.
Además de la Constitución Política en México, contamos con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la cuál les otorga veinte garantías. Entre éstas podemos mencionar, el Derecho a la vida, el Derecho a la prioridad, Derecho a la identidad, Derecho a vivir en familia, a la igualdad sustantiva, a no ser discriminado, a vivir en condiciones de bienestar, a una vida libre de violencia, protección de la salud, a la inclusión de niños con discapacidad, educación, esparcimiento, libertad de convicciones, de expresión y participación, asociación y reunión, intimidad, seguridad jurídica , de los niños y niñas migrantes y finalmente, el acceso a la información.
La importancia de la existencia, conocimiento y sobretodo aplicación de los Derechos de los niños, radica principalmente en la continuación de la lucha para erradicar todas las formas de violencia y maltrato hacia ellos, y de ésta manera promover una vida plena, feliz, y las óptimas condiciones de vida para su crecimiento y en un futuro se conviertan en ciudadanos que puedan ofrecer al país, lo mismo que recibieron de su círculo inmediato y de la sociedad, y sean capaces de ser ciudadanos con valores que trabajen en conjunto, desde las diversas áreas de conocimiento para el crecimiento del país.
Los padres, la familia, el gobierno y la sociedad civil debemos responsabilizarnos totalmente de la infancia en nuestro país, como en la mayoría de los problemas de interés público, debemos evitar la apatía o el interés por beneficio propio.
Si bien es cierto que el gobierno tiene un compromiso inherente en los ámbitos educativos y de salud, es necesario que la sociedad civil se integre y participe con propuestas, y vigilancia en la implementación de las mismas. Las instituciones educativas y los medios de comunicación también contamos con un papel fundamental en la difusión para el conocimiento de éstos derechos, y de ésta manera, si los niños, adolescentes y jóvenes conocen las instituciones a las cuáles dirigirse, ellos mismos pueden comenzar con la exigencia del cumplimiento de sus derechos.