#ElEstante: Los crímenes de la calle Morgue
Por Jorge Alonso Espíritu
El género policiaco o detectivesco es uno de los más sólidos en la actualidad, lo mismo en el cine, con películas clásicas como Seven, Memento o Fargo, y actuales como The Batman o Entre navajas y secretos; o en la literatura con exponentes que van de Sherlock Holmes a Agatha Christie o, más cercano a nosotros, Paul Auster.
Y es que cualquiera puede verse seducido por el enigma que supone resolver un crimen o descubrir una treta. Esa emoción se ha filtrado tanto en la cultura popular que series como CSI, La ley y el orden, Bones o Mentes criminales llevan años siendo las favoritas del público y las carreras de criminología cada vez tienen más aspirantes.
Pero antes de todo ello, incluso antes de que el médico Arthur Conan Doyle se lanzara a la creación de su archifamoso detective, un escritor perturbado en el Boston del siglo XIX: Edgar Allan Poe, dio luz al primer relato de detectives de la historia, y al primer investigador arquetípico: primer molde de todos los que conocemos ahora.
Se trata de Los crímenes de la calle Morgue y del detective Auguste Dupin. Publicado por primera vez en la revista Graham's Magazine, de Filadelfia, en el mes de abril de 1841, el cuento narra el brutal asesinato de dos mujeres en una casa en la calle del título. El crimen causa la conmoción del público, tanto por lo grotesco de los hechos, como por la inexplicable forma en que se llevó a cabo, no habiendo una explicación lógica que, a simple vista, pueda esclarecer el cómo y el porqué del suceso. Es un ejemplo del hoy clásico problema de la habitación cerrada.
En México, la editorial Salvat ha lanzado este año una colección de las mejores novelas de crimen y misterio, a un precio accesible y con portadas espectaculares en pasta dura y detalles dorados. Entre los escritores elegidos para figurar en ella se encuentran Conan Doyle, Stevenson, Chesterton o Leblanc. Por supuesto, no podría faltar Allan Poe, en una edición que reúne los tres casos del detective Dupin: Los crímenes de la calle Morgue, La carta robada y El misterio de Marie Roget, además de La caída de la casa Usher. Los libros se consiguen en puestos de periódicos y en algunas tiendas del país. Se trata de una excelente oportunidad de adentrarse en los orígenes del género.