Cuanto más pequeño sea el niño cuando comience a estudiar inglés (u otro idioma) más sencillo será y más beneficios le aportará que si el aprendizaje se realiza a partir de los 3 años o en edades más avanzadas. Esto se debe a que cuando somos niños, aprendemos el lenguaje de forma innata, no tenemos que hacer un esfuerzo voluntario por aprenderlo, sino que lo adquirimos según se va desarrollando nuestra estructura cerebral.